Empecé este blog para colgar las fotos de los demás pero ahora quiero colgar las mías también, así que tengo otro blog que se llama: solomisphotos.com
domingo, 25 de diciembre de 2016
sábado, 24 de diciembre de 2016
viernes, 23 de diciembre de 2016
jueves, 22 de diciembre de 2016
miércoles, 21 de diciembre de 2016
martes, 20 de diciembre de 2016
domingo, 18 de diciembre de 2016
viernes, 16 de diciembre de 2016
domingo, 11 de diciembre de 2016
miércoles, 7 de diciembre de 2016
viernes, 2 de diciembre de 2016
Rebeldía y fragilidad. Luo Yang retrata las nuevas generaciones de mujeres chinas.
Aclamada por el mismísimo Ai Weiwei —del que, ya de camino, recomiendo encarecidamente ver el documental sobre su persona Never Sorry—, esta fotógrafa se dedica a retrata a las mujeres que la rodean. A través de estas chicas, se autoretrata a la par que capta a toda una nueva generación de jóvenes chinas que son atrevidas y seguras de sí mismas, a la par que en cierto modo frágiles; el ser humano es contradictorio al fin y al cabo.
Lo que me interesa de su fotografía quizá no es tanto su estética, sino ese toque de honestidad, como en el retrato de la chica de abajo. Luo Yang sabe capturar el alma de sus modelos sin cuestionarlas, no se trata buscar la aprobación del mundo sino de dejar un documento visual a través del cual poder captar el espíritu de la nuevas generaciones.
Estas fotografías son parte de su serie Girls, que hace poco ha expuesto en Berlín en solitario y gracias a la cual parece que Occidente se ha dado cuenta de su existencia, no hay más que fijarse que todas las webs que hablan de ella mencionan esta exposición que tuvo lugar en mayo-junio de este año.
Las últimas fotografías que ha añadido a esta serie se han hecho enormemente virales por retratar a una chica llena de cicatrices por quemaduras que posa ante la cámara tranquila, sonriente y segura.
En un país en el que todavía, en muchos casos, las mujeres mayores de 30 no casadas son consideradas “sobrantes” (las famosas shengnvs) es importante que alguien, en este caso Luo Yang, dedique su trabajo a retratar a las pocas afortunadas que deciden expresar su individualidad en una China cambiante.
Luo Yang nació en Liaoning en 1984.
miércoles, 30 de noviembre de 2016
La 'belle époque' de San Sebastián
Llegó al País Vasco desde Extremadura con 20 años para trabajar en un banco, pero se enamoró de la fotografía. Ricardo Martín se convirtió en el retratista oficial de San Sebastián desde 1915 hasta su muerte, en 1936. Ahora un libro recoge su trabajo y le rinde homenaje. Por Lourdes Gómez
Tarde en las carreras
La Primera Guerra Mundial benefició a San Sebastián. Mientras Francia y Bélgica se desangraban, España permanecía neutral. Así que cuando los europeos cancelaron sus espectáculos y cerraron sus hipódromos, Donostia decidió construir el suyo. Fue en un reclamo para las clases altas, y Martín pasó a ser el fotógrafo de caballos y grandes fortunas.
Pintar una época
Ricardo Martín fue un todoterreno de la fotografía. Lo mismo cubría los eventos políticos y de sociedad que los accidentes, como este de la imagen. el hundimiento de un barco en el puerto de Pasaia en 1919. También fue el primero en fotografiar la costa vasca desde un aeroplano.
Las alegres chicas de la Concha
Martín recorría las playas y los barrios buscando a veces tan solo simpáticos testimo-nios gráficos, como estas bañistas en la Concha. Sus instantáneas se publicaban en prácticamente todos los periódicos vascos de la época.
La fiebre del deporte
En el periodo de entreguerras surgió el deporte como fenómeno social. No solo el fútbol, que Marín seguía desde que en 1910 tomó la primera foto de un equipo llamado a convertirse en símbolo de la ciudad. la Real Sociedad; también la natación, el tenis, el ciclismo y el baloncesto.
El vértigo de la velocidad
El otro fenómeno en San Sebastián eran los coches, y Martín también lo cubrió. El circuito automovilístico de Lasarte acogía a las grandes escuderías mundiales y en él corrían los mejores pilotos. Eso desató la pasión por las velocidades ‘supersónicas’ en toda la ciudad.
Famosos en el coso
Por San Sebastián pasaban célebres escritores, actores, artistas… Además de los nacionales, como Azorín, Sorolla y Baroja, habituales de sus calles y sus costas, también estuvieron Buster Keaton, Josephine Baker y Charlie Chaplin, en la foto asistiendo a una corrida de toros.
Antes de la guerra
Ricardo Martín creó su propio laboratorio en 1915, Photo Carte, el primer estudio en utilizar la luz eléctrica en Donostia. El fotógrafo falleció con solo 54 años, unas semanas antes del inicio de la guerra civil, en 1936. Su hijo Vicente continuó con el negocio fotográfico hasta su cierre, en 1991.
PARA SABER MÁS
El libro Ricardo Martín está publicado en La colección Photobolsillo, que edita La Fábrica. La exposición sobre el fotógrafo se inaugura en la Sala Kubo-Kutxa, de San Sebastián, el 4 de noviembre.
lunes, 28 de noviembre de 2016
sábado, 26 de noviembre de 2016
Duane Michals, la fábula de un sueño
Cuando era pequeño, Duane Michals (McKeesport, Pensilvania, 1932) pensaba que existían muchas lunas. De mayor, comprobó que la realidad tenía múltiples versiones y que es la impronta única e individual del hombre la responsable de toda gran obra de arte. Así, en los años sesenta, en una época en que el mundo de la fotografía estaba fuertemente influido por el fotoperiodismo y su estética, inició su propio camino con un discurso en contra de los confines naturales del medio: fue a Egipto, y en vez de fotografiar las pirámides construyó una fotografiando el proceso; más tarde fotografió a un abuelo despidiéndose de su nieto en su camino hacía el cielo; cuando retrató a Magritte quiso fotografiar los sueños de artista belga, no su apariencia.
A sus 84 años Michals es hoy en día uno de los grandes maestros y renovadores del medio. Nunca utiliza su cámara para captar momentos de la realidad, sino como un instrumento para revelar cuál es su propio estado interno, sus ideas sobre el mundo o sobre su propia existencia. Le gusta destacar que es su inmensa curiosidad lo que le separa del resto de los fotógrafos: “Si veo una mujer llorando quiero saber por qué llora, cuál es la naturaleza de su tristeza, cómo se fotografía la tristeza, no las lágrimas“, explicaba el artista en una conferencia que sirvió de complemento a la muestra organizada por la Jackson Art Gallery de Atlanta, The Narrative Photography. La exposición recorre la trayectoria del artista y reúne sus clásicas secuencias fotográficas junto con sus series de fotografías pintadas a mano. A esto se suma una selección de las obras de sus últimos tiempos, ferrotipos pintados a mano en vivos colores que incluyen algunas dedicadas a sus hombres de letras favoritos, entre ellos Sartre, Proust, Apollinaire, Voltaire y Genet. Si en sus comienzos el autor se apropió de los efectos del cine mediante la secuencia de imágenes para lograr una progresión narrativa, sus últimas obras evidencian su deseo de difuminar los límites entre la pintura y la fotografía.
Si hay algo que define al artista es su vitalismo, su iconoclasia y su ansia por experimentar en primera persona: ”Intento buscar mi propia verdad a través de mi experiencia, ser fiel a mi propio instinto... Hay que prestar atención a nuestra mente. Estamos distraídos por el ruido de nuestra cultura“, decía el artista en una entrevista en 1981 con Barbaralee Diamonstein, donde destacaba su afición por el pensamiento oriental. “La fotografía debe contradecir. No debe dar respuestas sino suscitar preguntas, como lo intentan las religiones orientales”, señalaba. “Un fotógrafo debe intentar mostrar el porqué y el cómo, sin embargo, muchos se quedan en el qué.”
Desde muy joven sintió una atracción por el arte. Fue diseñador gráfico antes de utilizar por primera vez una cámara prestada durante un viaje a Rusia en 1958. Fue entonces cuando se dio cuenta de que quería ir más allá de los límites impuestos por el 'momento decisivo', acuñado por Cartier-Bresson, de esa sola imagen que encierra un momento único. Las cosas que le interesaban, no estaban en la calle; no le quedaba más remedio que recrearlas. Así nacieron esas imágenes seriadas a las que más tarde incorporaría texto. Le interesaba contar historias que hablaran de la espiritualidad, del sexo, de la religión, de la belleza o de la muerte, de cualquier tema que ayudase a describir la esencia del ser humano, pero sin olvidarse de otro de los atributos que mejor le describen: el sentido del humor. De esta manera, se ganó el calificativo, por parte de algunos críticos, de narrador de relatos cortos, con el que parece sentirse satisfecho: “Dibujo letras”, matiza, “no las escribo”. “Nunca he creído que una imagen vale más que mil palabras, si le hago un retrato, no me va a decir nada acerca de su acento inglés; nada acerca de su persona... Un sesenta por ciento de mi obra es fotografía y el resto es escritura”, contaba el artista a Siobhan Bohnacker del The New Yorker.
Nació en McKeesport, en el estado de Pensilvania, cerca de donde lo hizo Andy Warhol, con quien trató en distintas ocasiones, convirtiéndose en protagonista de uno de sus retratos, así como en diana de sus críticas, como lo fueron Cindy Sherman, Andrés Serrano, Thomas Ruff o Wolfgang Tilmans en su serie Foto Follies: How Photography Lost Its Virginity on the Way to the Bank, una mirada satírica y jocosa al mundo de la fotografía actual y su mercado.
Sin embargo, se considerada un admirador de Atget, como lo fueron también sus admirados artistas surrealistas, entre ellos De Chirico y Magritte. Los laberintos del inconsciente, la puerta de misterio, su ansia de libertad y por encima de todo sus sueños. seguirán marcando el camino de este artista inconformista.
“AH SUEÑOS, esos meteoros luminosos, que iluminan el cielo nocturno de nuestra consciencia, su propia realidad”, escribe el artista.
Duane Michals. The Narrative Photography. Jackson Fine Art Gallery, Atlanta, EEUU. Hasta el 3 de diciembre
viernes, 25 de noviembre de 2016
Joachim Koester,"Tarantism", 2007.
To make this video, the artist asked a group of dancers to perform this uncontrolled dance in order to explore this borderline mental and physical state, close to a trance. Tarantism represents a transition in the artist's work, who brings a story back to life simply through the movement of these completely disarticulate bodies, without referring to images extracted from reality, thus exploring a purely mental territory.
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